viernes, 15 de noviembre de 2013

Para los papitos en vacaciones:
Éstas son algunas actividades que usted puede compartir con sus hijos durante las vacaciones. En todas ellas se propone el contacto con diferentes tipos de materiales y propuestas vinculadas con la lectura:
Visitar un museo
Los museos son siempre un destino turístico popular. En algunas ciudades y localidades hay museos que los niños pueden conocer. En ellos, es posible encontrar información sobre temas de su interés (por ejemplo, de ciencias naturales, de historia, vinculados con las maneras de vivir en otras épocas) y ponerse en contacto con diferentes expresiones artísticas. Antes de visitar un museo pueden leer algún libro o historieta que entusiasme a los niños con la visita. Por ejemplo, si visitan un museo histórico pueden leer un cuento que transcurra en otra época, donde aparezcan elementos que verán en el museo o leer un libro informativo sobre la temática de una muestra (por ejemplo, sobre dinosaurios, medios de transporte, etc.).
Un paseo al aire libre
¿Qué mejor época que las vacaciones para dar un paseo, observar diferentes tipos de plantas y aves, juntar frutos o armar artesanías con elementos de la naturaleza? Organice un paseo a algún parque en la ciudad. Planifique junto con sus hijos el paseo y elaboren una lista de libros a consultar que los entusiasmen para observar la naturaleza. Por ejemplo, libros sobre pájaros o insectos. También pueden llevar un cuento, leerlo juntos y luego hacer collages sobre el cuento utlizando hojas y ramas.
A la luz de las estrellas
Disfruten de una noche leyendo cuentos o inventándolos ustedes mismos.
Con los abuelos
Invítelos a compartir historias de cuando ellos eran chicos. También pueden contar leyendas o anécdotas familiares.
Entre hermanos
Proponga que los hermanos mayores lean a los más chiquitos. También pueden presentar una obra de títeres.
La cápsula del tiempo
Una cápsula del tiempo puede ser una caja, un baúl u otro elemento que contenga elementos representativos de una época (fotos, periódicos, dibujos, listados de música, de películas, objetos, entre otros) que se reúnen para ser vistos en el futuro por los interesados en conocer cómo se vivía en “nuestros tiempos”. La cápsula se cierra y se estipula una fecha en la que podrá ser abierta, por ejemplo, dentro de 20 años. Pueden armar una cápsula, seleccionar los elementos que incluirán en ella y escribir una carta para quienes la abrirán en el futuro.
Películas basadas en libros
Existen obras teatrales y películas apropiadas para los niños basadas en obras de literatura. Pueden seleccionar una de estas obras, leerla y luego ir ver su puesta en el teatro o mirar la película. Luego puede ser interesante conversar sobre las diferencias y similitudes entre una y otra.

Fuente: Reading IS Fundamental

miércoles, 13 de noviembre de 2013

RATOS PARA LEER EN VACACIONES
Durante las vacaciones podemos encontrar muchos ratos para leer. Con un poco de imaginación, se les puede dar un toque personal. Te damos algunas ideas para disfrutar de los libros en familia durante estas vacaciones.
Las buenas costumbres son aconsejables, y también para la lectura: dedicarle un rato a diario; tener un lugar favorito, repetir algunas rutinas antes de dormir, durante las comidas…
Pero, cuando cambia la rutina, a veces se olvidan las buenas costumbres. Durante las vacaciones podemos encontrar muchos ratos para leer. Con un poco de imaginación, se les puede dar un toque personal.

Variaciones nocturnas
El cuento antes de dormir es una receta que suele funcionar con los niños. Y, para no perder la costumbre, se pueden introducir pequeños juegos o variaciones de modo que cada noche tenga algo especial: modular la voz; detener la lectura y esperar a que el niño complete un diálogo o una secuencia; intercambiar los papeles entre el niño y su padre o su madre…
Lo importante es que mantenga esta costumbre, incluso cuando ya no necesitan nuestra presencia.

La casa silenciosa
La casa tiene que estar totalmente en silencio: fuera teléfonos, televisión, ordenadores, músicas… ¿Lo lograremos? Las vacaciones son un momento ideal para probarlo, cuando todos estamos juntos. Se trata de acordar un rato (dependiendo de la edad de los niños: quince minutos, media hora, tres cuartos de hora…) para que cada uno lea su libro.

Merienda literaria
Podemos organizar una merienda e invitar a amigos, proponiendo un tema: cada uno tiene que elegir una página o una secuencia de un libro para que nos haga reír, o nos dé miedo, o logre entristecernos… ¡A ver quién consigue la mejor!

Salidas con un libro
Los libros pueden ser buenos compañeros para una salida. Pensémoslo bien: una excursión al campo (no olvidemos la guía de árboles), una visita al museo (hay libros muy bonitos que nos proponen pistas para observar los cuadros), un día en el zoo (la enciclopedia de animales nos puede dar datos sobre la marcha).
Regalos para el oído
Practicar la lectura en voz alta (ellos y nosotros), aprender a recitar poemas sencillos, repetir trabalenguas, rimas… son juegos al alcance de todos y resultan divertidos. En alguna ocasión podemos poner un toque de solemnidad: hacer un pequeño concurso, grabar una selección de poemas entre amigos y hacer copias del CD; acompañar la lectura con una música suave, que también ellos pueden elegir… Inventemos situaciones en las que compartir textos sea un regalo para el oído.

Un sitio en la maleta
Cuando salgamos de vacaciones, no nos olvidemos de los libros. Llevemos el libro a la playa, al pinar, a la casa de los abuelos. Organicemos actividades alrededor de los libros con los primos, con los amigos, con los compañeros que están lejos: una sesión de lectura (tú me lees, yo te leo), un intercambio de libros (tú me dejas, yo te dejo), una reseña por carta o por correo electrónico (tú me aconsejas, yo te aconsejo).

Tomado de: Tiempo para leer en familia
Inés Miret y Joan V. Sempere
Círculo de Lectores, 2007



viernes, 8 de noviembre de 2013

Reflexiona…



Aprovecha el tiempo…

¡Con la lectura, descubrirás mundos fascinantes!.


jueves, 7 de noviembre de 2013

Para los chiquitines…

¡ADIÓS, PEQUEÑO!

Janet y Allan Ahlberg 

“Había una vez un niño pequeño que no tenía mamá. Vivía completamente solo en una casa… y hasta tenía que cambiarse los pañales él solo. Era muy triste.”


Así comienza esta aventura en busca de una mamá. Si quieres saber que encontrará el niño en su camino, ya tienes edad para descubrirlo por ti mismo. Pero, si te cansas, busca a tú mamá, a tu papá o a un adulto cercano, para que te acompañen en la aventura de leer. Seguro terminarás aprendiéndote de memoria las palabras y sino las ilustraciones te ayudarán a continuar, hasta que lo acabes leyendo todo solo. ¡Verás cómo te admiran!

¡Adiós, pequeño!,
Un hermoso cuento ilustrado, para compartir 
con los que empiezan a leer.


miércoles, 6 de noviembre de 2013

A leer obras...

JUDY MOODY, está de mal humor, 

de muy mal humor

Megan McDonald


¡Muchos son los cambios de humor de Judy Moody! Buen humor, mal humor, un humor de perros, sobre todo el día de regreso al colegio. Pero cuando el profesor Tood pide que cada uno haga un collage sobre sí mismo, Judy lo pasa tan bien que casi se olvida de su humor.

Durante un mes tendrá que hacer un collage que le explique a los demás cómo es ella.

Judy Moody: su color favorito, lo más divertido que le haya pasado, su mascota favorita, clubes a los que pertenece…

El único problema es que no pertenece a ningún club. ¿Cómo se las ingeniarán Judy Moody y su amigo Rocky para formar uno?


¡Cuando Judy Moody se propone algo, nada puede detenerla!


¡¡¡Anímate a descubrir esta interesante aventura!!!

Disponible en nuestra Biblioteca.