LAS BIBLIOTECAS DIGITALES
Para hablar de una biblioteca digital es necesario que las fuentes de información estén a
disposición del usuario y su acceso tenga ubicuidad, sin importar dónde residan
físicamente; ni quién se encargó específicamente de su procesamiento y
almacenamiento. Algunos de los recursos que conforman una biblioteca digital
pueden ser: enciclopedias, libros, revistas, periódicos, materiales didácticos,
cursos de superación personal, entre muchos más.
Predomina el concepto de biblioteca como espacio y como proceso,
lo cual manifiesta el dinamismo que le impulsa el internet. Lo digital tiene
que ver con el propósito y la flexibilidad del sistema de medios de la
biblioteca para lograr articularse con flexibilidad y responder a diversas
demandas de los usuarios. Lo digital -en este contexto- se relaciona con el
hecho que la biblioteca es relativa en espacio y tiempo, porque sus límites
funcionales no los marca la geografía y su disponibilidad temporal es instancia
de la demanda de quien la consulta.
Una biblioteca digital debe permitir que los documentos estén
disponibles cuando el usuario requiera consultarlos, y para ello debe responder
dinámicamente apoyada en sus redes de información.
En resumen, la biblioteca digital es un concepto que subraya la
importancia del trabajo en red y los atributos de ubicuidad, sincronía,
asincronía e hipermedialidad de Internet. Es un espacio compartido que preserva
las funciones específicas de una colección sistematizada de documentos, pero
que las incrementa a través de la flexibilidad que ofrece el uso de las
tecnologías de la información y la comunicación. Es por tanto un concepto
integrador que incluye tanto a la biblioteca convencional como a la
electrónica.
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